Mitos y realidades del sector del juego.

Mito nº1. «El juego público es bueno, el privado malo»

Primer artículo divulgativo patrocinado por CEJUEGO dentro de la sección Mitos y Realidades del Sector del Juego.

La esencia del juego es la misma, sea público o privado y, por tanto, su consideración y regulación deben ser similares.

En España, en 2021, casi un 81% de la población adulta ha practicado algún juego de azar, algo que demuestra que jugar es normal, y que es considerado como una afición más en nuestras vidas. Si analizamos en profundidad este dato, los juegos públicos como la ONCE y las loterías, han sido los más consumidos. De mayor a menor, el Gordo de Navidad ha sido el juego elegido por más españoles (24.5 millones de personas), seguido de El Niño (14.5 millones de personas), La Primitiva (12.8 millones de personas) y los cupones de la ONCE (8.9 millones de personas). El juego privado, sin embargo, cuenta con índices de consumo medio muy por debajo de los índices del juego público.

A modo de ejemplo, las apuestas deportivas no dejan de ser una evolución de la quiniela; los rascas, se basan en el mismo concepto que las máquinas del Casino: premio aleatorio e inmediato. Pese a las similitudes con las que cuentan, la estigmatización de la actividad del juego solo opera hacia una dirección, asociando al juego privado con el juego problemático y al juego público con elementos de tradición e ilusión. El juego es una forma de pasar un rato entretenido y una estupenda manera de interactuar socialmente, una actividad acompañada de emoción e ilusión por el premio.

En los últimos años, la tendencia de diversos sectores políticos a estigmatizar al juego privado ha ido creciendo, reflejado en políticas que imponen duras restricciones a la actividad de todos los operadores de juego privado. Una asimetría que se refleja en el trato de favor que la administración de juego público se dispensa a sí misma.

Fuente: Azar Plus